Por Gabriel Pabón
Rafael Pombo, definitivamente ha pasado a la historia de la literatura continental como el poeta de los niños. En sentido estricto, sus creaciones en este campo no son tan originales como se cree popularmente; en efecto, el nombre de Pombo se asocia con personajes que tradicionalmente han poblado profusamente las cartillas escolares: Simón el bobito, Rin Rin Renacuajo, la pobre viejecita, Cucufato y su gato, etc. Pero sin restarle méritos al poeta colombiano, y tal como lo ha demostrado Héctor Orjuela[1] (en cuyo estupendo estudio nos apoyamos) la gran mayoría de los poemas infantiles que se le atribuyen a Pombo, son en realidad traducciones o adaptaciones del inglés; el gran mérito consiste en haber hecho adaptaciones en realidad magistrales, con gran sentido del ritmo y la melodía, así como de la idiosincrasia del niño latinoamericano.
Cuando residía en Nueva York, Pombo firmó contrato con la casa Appleton para traducir algunas fábulas para niños. Inspirado en el libro the Childe´s Picture and verse book, de Otto Speckter, Pombo encontró, en los cuentos Mother Goose´s Meolodies, en la serie escolar Wilson´s Readers y, especialmente en la antología Fables, Original and Selected, de G. Moir Bussey, los temas y las formas básicas para sus creaciones; este último libro fue el que más le aportó a Pombo los asuntos literarios que lo hicieron famoso. La antología reunía fábulas de todas las épocas y culturas, pero hubo predilección de Pombo por algunos autores, que presentamos a continuación con sus respectivos aportes:
De Esopo:
La gallina y el diamante (The cock and the jewel)
Los huevos de oro (The man and his goose)
De La Fontaine:
Los médicos (The physicians)
De Lessing:
La abeja y el hombre (The benefactors)
De Dodsley:
La paloma y la abeja (the dove and the ant)
El niño y la mariposa (the boy and the butterfly)
Otras adaptaciones de Pombo fueron hechas de poemas, rimas y canciones populares inglesas (la mayoría de ellos de autores anónimos) contenidas en la conocida Mother Goose Melodies. Veamos a lo que al respecto cita Héctor Orjuela:
El renacuajo paseador es una adaptación del conocido A Frog He World—A-Woing Go[2], en el que se relatan las aventuras de un renacuajito viajero: El cuento de nuestro bardo es tan gracioso como el original inglés que empieza así:
A Frog he World a-wooing-go
Heigho, says Rowley:
Whether his mother would let him or no
With a Rowley powlwy, gammon and spinach,
Heigho, says Anthony Rowley.
So off he marched with his opera hat,
Heigho, says Rowley.
Vèase cómo interpreta nuestro fabulista estos versos:
El hijo de Rana, Rin Rin Renacuajo,
Salió esta mañana muy tieso y muy majo
Con pantalón corto, corbata a la moda,
Sombrero encintado y chupa de boda.[3]
Así, Simón el bobito corresponde a Simple Simon; e incluso La pobre viejecita contiene versos que siguen muy de cerca el original:
There was and old woman, and nothing she had;
And so this old woman was said to be mad.
She´d nothing to eat,
She´d nothing to wear,
She¨d noting to lose,
She¨d nothing to lose
She´d noting to fear
She´d noting to ask … :
Otros personajes de Pombo son también tomados de este libro: Mirringa Mirronga, Tía Pasitrote, (La ovejita de) Ada; sobre este último personaje hay una canción de John Lennon: Mary had a little lamb[4] .
Pero más que simple traductor, repetimos, Pombo es un excelente adaptador; incluso podríamos decir que en esta labor enriquece los personajes mediante un gran sentido musical y unas imágenes que los convierten en memorables. No en vano Pombo, en sus años juveniles se había aficionado a la música, pero también había sido profesor de matemáticas y, luego, traductor de Lord Byron; tal vez esta combinación de oficios y aficiones, le confirió un excelente sentido de la musicalidad, una rigurosidad y una sensibilidad que hicieron de él un poeta con especial respeto por las formas y los sentidos.
Es necesario aclarar, finalmente, un par de asuntos: primero, que Pombo estuvo lejos de ser un plagiador, pues sus aportes como adaptador fueron excelentes y creativos; y segundo: tampoco tuvo la intención de ocultar las fuentes, pues eran suficientemente conocidas en el medio editorial; eso sin contar con que la mayoría de fabulistas hicieron adaptaciones abiertas de anteriores fábulas, que finalmente se remontan a los aportes de Esopo y Fedro.
Notas:
[1] ORJUELA, Hëctor. La obra poética de Rafael Pombo. Publicaciones del Instituto Caro y Cuervo, XXXIV, Bogotá, 1975.
[2] Una traducción literal de este título podría ser: “El renacuajo que podría persuadir de irse”.
[3] ORJUELA, Op. Cit, pág. 261.
[4] Traducción literal: “María tenía una ovejita”.
2 comentarios:
Hola. Las adaptaciones de Pombo son sonoramente mejores que las originales populares, tienen mejor rima. Tengo sin embargo curiosidad de saber si hay poemas infantiles totalmente originales de Pombo. ¿Tal vez me puedes contar al respecto?
Gracias.
Pues en mi humilde opinion, la "adaptacion" que el autor menciona, no es muy cercana a la original. Pombo nos muestra diferentes concepciones que son mucho mejores que la original.
Todos podemos contar historias de una viejecita... pero no de la forma que Pombo la hizo....
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